Durante su trabajo en Henner Publicidad, Schemell tuvo como su mayor responsabilidad las relaciones interinstitucionales de Aerocav. Les organizaba las fiestas patrias: día de la secretaría, cumpleaños de los directivos, el amigo secreto, navidades, año nuevo, etc. Para tal fin tenía un intercambio con Juan Sebastián Bar, en El Rosal, muy cerca de la Torre Henner. Los parqueros del lugar le tienen mucho cariño. Dicen que bebé como un cosaco. Proporcionar a su estatura. Hasta hace algunos años, cuando era un perfecto desconocido, salía del local y se confundía con los mariachis y las prostitutas que hacen paradas en los alrededores del bar esperando vender su espectáculo. Su afición por los trago y las chicas de la «buena vida» lo mantiene, pero en mejores niveles. Hoy en día disfruta de una considerable fortuna. Y sus amigos, más cercanos, aseguran que hasta tiene un lindo piso en Madrid
CRISIS = Cuando Hinterlaces apareció en el abanico de los sondeos, Oscar Schemell, buscando notoriedad en los medios privados, siempre ponía en picada la popularidad de Chávez. Hace algunos años, Hinterlaces y Schemell se daban a conocer así:
“El director de Hinterlaces, Oscar Schemell, sostuvo en declaraciones que, según su estudio, ‘se mantiene la tendencia’ a la baja de la popularidad del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. ‘Las medidas contra la propiedad privada, particularmente en el caso de empresa Polar, no han sido bien recibidas por los venezolanos, que están próximos a elecciones parlamentarias, señaló. Schemell aseguró a Unión Radio que a pesar de un pequeño repunte que tuvo en el mes de mayo la popularidad del presidente basada en la valoración de su gestión está en 40% en este momento, un porcentaje significativo más bajo que en épocas anteriores».
De pronto, con la situación más difícil: mayor inflación, marcado desempleo, niveles de inseguridad desbordados, damnificados hacinados en inhóspitos refugios, con un Presidente enfermo y debilitado, Schemell se hizo eco de la vocería oficial y dijo que el caudillo y el Gobierno gozaban de plena salud. La cual califica con 58 por ciento de preferencia y aceptación.En síntesis, estamos en presencia de una guerra de encuestas, patrocinada por el Gobierno y dirigida a desmoralizar las protestas y las exigencias más sentidas de la población. En años electorales las encuestas se convierten en una mina de oro para quienes se dedican al negocio de medir la popularidad o aceptación de los candidatos. Bajo la falsa conseja de que ellos retratan el sentir del pueblo. Desde que llegó Chávez al poder, e incluso en las elecciones de 1998, las empresas encuestadoras florecieron como nunca antes.
Pero ¿dónde están los encuestadores? ¿A quiénes encuestan? En nuestros barrios y sectores populares nunca vemos a nadie haciendo encuestas. Ni siquiera cuando vamos a los mercados municipales. Desde hace muchos años no sabemos qué es una encuesta. Ya ni nos preguntan qué emisora de radio escuchamos, o qué canal de TV vemos. Tampoco conocemos ni sabemos de compatriotas que trabajen en las mentadas empresas encuestadoras. Si no lo creen hagan una encuesta en Petare y Catia y pregunten: “cuándo fue la última vez que lo entrevistaron para una encuesta”.
En otras palabras, en Venezuela el fascinante mundo de las encuestas y de la opinión pública ha quedado para la imaginación e intereses de los profesionales de la manipulación: los encuestólogos; y sus clientes: los políticos. Entre los encuestólogos más veteranos tenemos a Luis Vicente León, Alfredo Keller y Seijas. Entre los más advenedizos y oportunistas encontramos a Oscar Schemell y Jesse Chacón.
En relación con Schemell, según hemos podido investigar, se trata de un periodista frustrado. Curso estudios de Comunicación Social y Filosofía para evadir las estadísticas y las matemáticas . No obstante, tampoco dio pie con bola con los informativos, de manera que decidió irse por la mención de Relaciones Públicas y Publicidad. Paralelamente, cursó algunas materias en la escuela de Filosofía, bajo la dirección del difunto Pedro Duno. Pronto se inició como publicista, se incorporó a Hener Publicidad. Allí logró escalar como director general haciendo de todo un poco. Fue asistente artístico, creativo y relacionista público. Finalmente, inventaron Hinterlaces y lo pusieron al mando gracias a su labia y habilidad para mezclar sofismos con porcentajes.
Durante su trabajo en Hener Publicidad, Schemell tuvo como su mayor responsabilidad las relaciones interinstitucionales de Aerocav. Les organizaba las fiestas patrias: día de la secretaría, cumpleaños de los directivos, el amigo secreto, navidades, año nuevo, etc. Para tal fin tenía un intercambio con Juan Sebastián Bar, en El Rosal, muy cerca de la Torre Hener. Los parqueros del lugar le tienen mucho cariño. Dicen que bebé como un cosaco. Proporcionar a su estatura. Hasta hace algunos años, cuando era un perfecto desconocido, salía del local y se confundía con los mariachis y las prostitutas que hacen paradas en los alrededores del bar esperando vender su espectáculo.
De acuerdo a lo investigado, Hinterlaces durante mucho tiempo careció de una sede debidamente equipada para procesar datos. No poseía una estructura operativa para coordinar encuestadores. Y, por si fuera poco, sus declaraciones en el Seniat no correspondían con las de una empresa que realiza trabajos de campo de mediana importancia.
En conclusión, las cacareadas encuestas de Hinterlaces eran producto de la vida nocturna de Schemell y sus amigos de “palos”. Ni siquiera las que decía hacer por teléfono las hacía. En lo que sí lo aventajó Jesse Chacón, con Siglo XXI (recuerden que el flamante ministro eléctrico montó con Merente una encuestadora) la cual contaba con la central telefónica que montó Andrés Izarra en Cantv para dicho objetivo, que estuvo a cargo de Diczia Chacón, hermana del ex ministro.
La suerte de Shemell cambió cuando José Vicente Rangel compró la idea de sacudirse a IVAD y tener su propia encuestadora. Hinterlace se convirtió en la encuestadora de Rangel Vale para manipular y vender a la opinión pública las matrices de opinión más convenientes a sus negocios. Hinterlaces ahora esta ubicada en el Centro Comercial San Ignacio, donde también funcionan los otros socios de Rangel: Seguros La Vitalicia.
Rangel comienza a desmarcarse de Maduro y las encuestas de Shemell también. Sin embargo, se maneja entre la lógica-diálectica de la izquierda trasnochada. El país va mal, pero Maduro ganaría un revocatorio.
Ultimos Datos de Shemell
Oscar Schemel, sostuvo este miércoles que de acuerdo a la percepción de bienestar seguro y de estabilidad económica, elaborada por la firma, el 66% de los venezolanos considera que el país va por mal camino.
El representante de la empresa de medición recordó, que luego de las últimas elecciones del presidente fallecido, Hugo Chávez, en octubre de 2012, un 64% de la población consideraba que el país iba por buen camino, lo que refleja que dos años después los porcentajes se invirtieron.
En entrevista a Globovisión, el director de Hinterlaces dijo que 8 de cada 10 venezolanos se preocupan por el desabastecimiento y el alto costo de la vida, siendo la economía lo que más genera malestar en la población.
Señaló, que si bien la inseguridad sigue siendo el principal problema, la responsabilidad se diluye entre el Gobierno nacional, los gobiernos regionales y la familia. “Lo económico debilita a los gobiernos, la inseguridad no necesariamente tiene ese impacto”, añadió.
Asimismo, indicó que la mayoría de los venezolanos señala al Ejecutivo como principal culpable de la crisis económica.
Para el Schemel, los problemas en materia económica no significan que el país esté al borde de un colapso. Explicó que hay una factura petrolera estable, los envíos de crudo al Caribe y Cuba han disminuido, al tiempo que se han incrementado hacia los Estados Unidos y se pagan las deudas.
Maduro ganaría un referéndum revocatorio en este momento
De acuerdo a los sondeos realizados por Hinterlaces la semana pasada, los niveles de aprobación del presidente Maduro se ubican en 47%.
Destacó se se realiza un referéndum revocatorio en este momento, Maduro lo ganaría.
Schemel manifestó que “los estudios dicen que los venezolanos quieren un líder que de respuestas, que disminuya los niveles de angustia e incertidumbre”.
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